Sentimos mucho haberte abandonado, tu que durante cinco años nos has aportado la mejor época de nuestra vida. Entre tus paredes hemos reido, llorado, gritado, saltado, bailado, jugado...
Hemos de decir que aunque ya no estés con nosotros, tu espíritu insaciable de buen rollo nos guiará allá a donde vayamos, y algún día les contaremos a nuestros nietos las grandes aventuras que disfrutamos en ese piso de estudiantes por el que tanta gente pasó, y a la que siempre hizo feliz.
Nos colma de pena haberte tenido que quitar la pizarra, nos consta que amabas insaciablemente las estupideces varias que dibujabamos y escribíamos en ti. Ha tenido que ser así, nosotros nunca te recordaremos limpio, de paredes blancas impolutas, sino con una mezcolanza de pizarras, pósters, fotos, cabeceros extraños y mil y un intento fallidos de decoración.
No te pongas celoso, el Pizulón donde nos alojamos ahora esta bien, pero nunca será como tu gran salón de cinco sofás, o la habitación zulo, el aloe vera gigante. Ya no podremos volver a cotillear a los chinos, ni saludar al Presidente...
Borrado de la pizarra :`(
Uno de los baños, sin su mueble viejo y pinturrujeado que le daba vida y alegría.
Las super vistas
Con gran pesar y amor, te recuerdan tus habitantes.
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